El papel de las emociones en nuestras decisiones

Últimamente se pasa por mi cabeza el analizar lo complicado que supone tomar una aparentemente sencilla decisión, en algún aspecto de tu vida.

Estas decisiones són el motor de cambios en tu vida, y la responsabilidad vista desde el punto de vista de cada uno de nosotros, es la que genera una valoración positiva o negativa hacia esa decisión.

Fué a partir de este punto, donde empecé a pensar en el papel de las emociones en nuestras decisiones.

Se supone que toda decisión, busca un bienestar, una satisfacción a partir de dicha decisión tomada. Luego ...ya me podría adelantar a decir que todo empieza con una emoción, y a esto le sigue una serie de rayadas mentales que imagino que se darán de forma muy rápida, intentándo hacer balanza viendo los puntos a favor y en contra de cada situación.

Es ahí en esa fase, cuando el cerebro se colapsa impidiéndo ver las cosas con claridad, entonces entran en juego las emociones. Al valorar a partir de esas emociones, podemos ahorrarnos un buen cacao mental, ya que seguro irá en la búsqueda del bienestar. Pero sin embargo existen ciertas emociones que te llevan a actuar de una forma que sin darte cuenta puede perjudicarte.

Asi que...¡No podemos decidir sin emociones! Si sólo contáramos con la razón, no decidiríamos nunca nada. Una desesperada lentitud mental se contrasta bastante con el elevado ritmo de las intuiciones emocionales.

A pesar de encontrarnos con esa persona que tiene las cosas racionalmente muy claras, lo que determina que la balanza se incline hacia un lado o hacia otro es como última valoración ... una emoción.

Por ello hay que ser conscientes y buscar aquello que motiven tus decisiones. Y pienso que en toda decisión se encuentra la búsqueda de la felicidad individual o colectiva, pero sobretodo individual.

La felicidad es un estado del alma. Y ese gozoso estado viene como el resultado del vivir con rectitud, o mejor dicho la vida es buena si vivimos para que lo sea, sin miedos a tener una vida buena.

"La verdadera felicidad: Una decisión consciente"

Lo que este mensaje llama “una vida buena” viene a ser el resultado de la manera en la que hacemos las cosas, de las palabras que elegimos decir e incluso de la clase de pensamientos que elegimos tener.

Según se dice, las personas que tienen una cantidad elevada de opciones en sus decisiones diarias, son muchísimo más infelices que aquellos que casi no poseen opciones a elegir.

Y debido a una fuerte emoción decido acabar aquí esta pequeña reflexión, que en breve me impulsará a que dé un drástico cambio en mi vida, pero eso si, como bien he dicho antes, decisiones guiadas por emociones conscientes y siempre en busca de esa felicidad que todos deseamos encontrar, busquemos o no.