3.11.07

Sergio...un "loco" muy "Sabio"!


Ayer viernes día 2 de Noviembre, fué un día difícil. Lo que pintaba ser un día tranquilo, se convirtió desde primera hora de la mañana, en un día triste. Mi amiga Margari y yo, salíamos hacia Cocentaina, con la intención de admirar y pasar un buen rato con los puestos expuestos allí, (por estas fechas ponen el mercado durante el fin de semana. Recomendado!). Ya antes de salir, el hombre que trabaja en el mercado al lado de la casa de Margari, le comunicó a mi amiga el triste fallecimiento de una de las personas que más me ha llamado la atención, por su forma de ser, por su forma de actuar, por su peculiar forma de ver la vida.

Hará un año, Margari y yo, conocimos a esta persona: Sergio, con quien nos acostumbramos a charlar durante largos ratos nocturnos, en el parking de su casa. Después de pasear algún rato por las calles de Alicante, o después de ver algún conciertillo de Jazz en el Desdén, nos íbamos al parking de Margari a soplar un rato el Didgeridoo. Justo en el parking, hay unos cuantos locales, los cuales corresponden a un supermercado, un bar... y el último de ellos, el local de este hombre. Recuerdo que siempre decía que la gente se acercaba a su puerta en busca de la respuesta a una pregunta... ¿Qué leches vende usted aquí?. Jejeje. No vendía nada, era su casa! El Hombre decía que se veía obligado a ordenar e innovar la imágen del escaparáte, dado su éxito. Así que colocaba alguna que otra planta, algún cuadro o alguna cosilla que llamara la atención, y todo esto coloreado con pétalos de rosa esparcidos al azar.


Su pasado... un misterio. Se sabe que lo pasó mal en ciertos momentos de su vida, y en multitud de ocasiones.Pero por las anécdotas que nos contaba, se podía deducir que había sido una persona de espíritu fuerte, al cual le afectaban las situaciones, pero hacía todo lo posible y lo que estuviera en sus manos para seguir adelante. Su imágen física era la de un pobre hombre abatido en cierta manera por las circunstancias. Pero era una persona que tenía mucho fondo, un espíritu que abarcaba horizontes inóspitos... pues la opinión que podían tener las mentes prejuiciosas de la gente "normal", transcendía en un simple giro de cara y la consiguiente conclusión de que estaba loco. Pero nosotros optamos por escucharlo. Al principio sus ideas me parecieron algo extravagantes y fuera de lo normal, y si a eso le sumamos que se iba por las ramas extendiéndose sin reparar en la impresión que podía causar en el oyente... pues se ponía a hablar y no paraba. Y es que cuando lo conocimos, necesitaba desesperadamente a alguien que le escuchase. Sus emociones atormentaban su mente impidiéndole expresarse con claridad. No terminaba la frase y ya estaba empalmando con otro pensamiento, lo que se convertía en mi lucha neuronal por entenderle. Y te preguntarás porque lo escuchábamos. Porque a pesar de su locura, lo que contaba tenía coherencia, y de alguna manera aprendíamos de sus experiencias raras e inusuales. De algún modo sus charlas nos eran muy instructivas.

La primera vez que le conocí, fué a través de Margari. Ella me había comentado alguna vez que vivía en los bajos de su casa un "loco". Cuando me llevó a ver la pintura abstracta que había pintado en la carretera, observé que no eran simples trazos de colores sin sentido. Sino colores que mostraban el interior de una persona, a la que los pensamientos le iban a mil por segundo. Pintaba según su estado de ánimo lo que parecía ser el "Ojo de Oru". Acostumbraba a reflexionar con un "mala" en su mano, y le daba vueltas haciendo girar lo que podría denominarse una pulsera. Afirmaba que siempre que llegaba a la semilla número 21, siempre ocurría algo. Yo lo interpreté como que siempre abría los ojos en ese instante puntual, transmitiendo unos pequeños segundos de paz mental. Escuchaba en su radio un tono repetitivo y constante, producido por un cuenco Tibetano. Según contaba, era una frecuencia, la 3.17 o algo así, y a través de ella lograba momentos de relajación mental. Como si sus múltiples pensamientos se detuvieran. Ni él mismo se aclaraba! O quizás sí! Si algo me sorprendió de él, es que sabía ver a la gente. La primera vez que se nos acercó dijo cosas sobre mi carácter y mi forma de pensar que me erizaron los pelos de golpe... pues había dado en el clavo.
Una vez intentó plantar un huertecillo en un simple cacho de acera, que tenía frente a su casa. A pesar de que sabía que acabaría pisoteado por los críos, chafado por los coches, meado por los perros... él lo hizo, y contratodo pronóstico, en ciertos momentos lo ví como un éxito.
Su mejor compañero en los últimos años de su travesía, era un perro. Se llamaba lingo. Era el que lograba alejarlo de la cruel realidad que este mundo le proporcionaba. Siempre nos invitaba a pasar a su casa, a charlar con él, con todo tipo de objetos cuanto menos curiosos. Tenía un humor picante, salpicado por pequeños matices políticos y económicos. Le encantaba escribir, ya fueran cuentos, reflexiones, ideas, propósitos...creo que era lo único que le hacía volar, eso y el ambiente budista que le rodeaba. Recuerdo que en una de sus expliaciones, cogió una piedra, y abriéndome la mano la dejó caer en ella. Dijo que esa piedra desprendía ondas, tal y como ocurre cuando cae una piedra en el agua de un lago. Aún conservo esa piedra.

Hace pocas semanas, empezamos a notar que su estado de salud estaba tocado, pero nunca hubiera imaginado que llegaría a ese extremo. Poco a poco iba debilitándose, y junto a él todo lo que rodeaba su vida. Un día perdió a su perro, y con él se desvaneció una gran parte de su corazón. Su huertecillo empezó a secarse, y poco a poco vería como sus planes económicos se iban a pique, y como el alquiler se le venía encima, vendió sus cosas para salir del agujero. Siempre miraba hacia adelante. Si podía hacer algo, por descabellado que fuera... lo hacía. Por supuesto intentábamos animarle y ayudarle en lo que pudiéramos.
Fué desprendiéndose de todo cuanto poseía antes de que su alma escapase de su cuerpo. Digo escapar porque de alguna manera pienso que era lo que él deseaba.

Finalmente falleció el Lunes 29 de Octubre del 2007. Parece ser que un cáncer de hígado era lo que limitaba su salud.
No sé que fué lo que hizo en su pasado, imagino que haría muchas cosas de las que seguro se arrepentiría. Pero puedo afirmar con rotundidad que era una persona que merecía la pena conocer. Puede decirse que tuvimos mucha suerte, y me alegra pensar que de alguna manera estuvimos ahí en su último año de vida. Yo me quedo con sus charlas, sus consejos, su visión de la vida... nunca olvidaré aquella charla tan intensa que tuvimos, y aquellas palabras que inundaron mi corazón, mientras él besaba el whisky de su copa: "La Yogui te quiere"...

En fin! Era Sergio. Me gustaría pensar que su alma se desprendió de su cuerpo satisfecha, y me gustaría pensar que simplemente se encuentra en Panamá, lugar donde quería realizar sus sueños, viviendo su vida tal y como él quería. Nunca te olvidaré mi gran amigo... nunca te olvidaré!
Un abrazo muy fuerte de dos amigos a los que iluminaste en determinados momentos. Te envío un abrazo allá donde quiera que estés!
Yo desde aquí seguiré tus consejos, y tiraré hacia adelante... actuando, tal y como me decías, todo está a nuestro alcance:

"Lo quieres.......... concedido!!!! "

Adiós Sergio !!!

2 comentarios:

Gari dijo...

Me ha encantado tu recopilación de recuerdos. Yo todavía necesito un tiempo de asimilación para rendirle un pequeño blog-homenaje. Seguro que estará mirándote desde arriba con una gran sonrisa.
Debajo de todo ese dolor y confusión se escondía una resistencia de acero, un sinfín de sensibilidades, un corazón enorme, el cual nosotros intentamos sondear. Te quería mucho porque supiste ser su amigo; deseabas su felicidad.
Me hubiera gustado alargar la amistad que teníamos, atesorar momentos junto a su presencia.
Sergio, deseo que estes bien allá donde estés. Nos encontraremos en el no-tiempo.
Siempre estarás en nuestros corazones, vibrando, purita onda. Gracias por habernos escogido, pequeño loco maravilloso.

Un beso muy fuerte, David ;)

El Deivid !!! dijo...

Un besazo enorme Margari!! :)