16.11.07

¡Cómo cambiar el mundo!


¿Nunca os habéis sentido con ganas de cambiar las cosas de su sitio?
¿Nunca os habéis sentido especiales y capaces de hacerlo todo?
Yo pienso que alguna vez (al menos cuando éramos pequeños), hemos tenido esa sensación de ser especiales, no sé si más o menos que los demás, pero si se veían las cosas con muchísimo más optimismo y "claridad".
El motor de arranque, era inmediato, con ilusión ... quizás sin ver la "realidad"de nuestros actos. Cuando crecemos, ese optimismo se va ensombreciendo por unos cuantos fracasos, que te hacen bajar de tus sueños. Es ahí cuando la persona se relaja y se deja llevar por el flujo del río, deja de tomar sus propias decisiones, y se sumerge en una rutina mental la cual acepta todo lo que pasa por delante, sin pensar en "¿que haría?", sin tomar sus propias decisiones.
Creo que debería volver a pensar como lo hacía cuando era niño.

Con sabiduría, Dios dijo que no podríamos entrar al reino de los cielos hasta que volviésemos a ser niños.

Picasso: " A los 10 años ya pintaba como uno de los grandes renacentistas... pero tarde 50 años para volver a pintar como un niño"
Esta pequeña historia quizás sirva para ver la respuesta:

Un científico vivía preocupado con los problemas del mundo y estaba decidido a encontrar los medios de disminuirlos. Pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas.

Cierto día, su hijo de siete años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar. El científico nervioso por la interrupción, intentó hacer que el hijo fuese a jugar en otro sitio. Viendo que sería imposible sacarlo de allí, el padre procuró algo que pudiese ser ofrecido al hijo con el objetivo de distraer su atención.
De repente tomó un mapa del mundo de una revista, y con una tijera, recortó el mapa en varios pedazos y, junto con un rollo de cinta adhesiva, lo entrego al hijo diciendo:
- ¿A ti te gustan los rompecabezas? . Entonces voy a darte el mundo para arreglar. Aquí esta el mundo todo roto. ¡ Mira si puedes arreglarlo bien ! . Hazlo todo sólo.

Calculó que al niño le llevaría días para recomponer el mapa. Algunas horas, después, oyó la voz del hijo que le llamaba: - Padre, padre, ya he hecho todo. ¡ Conseguí terminar todo!

Al principio el padre no dio crédito a las palabras del hijo. Sería imposible en su edad haber conseguido recomponer un mapa que jamás había visto. Entonces, el científico levantó los ojos de sus anotaciones, seguro de que vería un trabajo digno de un niño. Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en los debidos sitios.

¿Cómo sería posible? ¿Cómo el niño había sido capaz? - Tu no sabías como era el mundo, hijo mío, cómo lo conseguiste? - Padre, yo no sabía como era el mundo, pero cuando tú quitaste el papel de la revista para recortar, yo vi que del otro lado estaba la figura de un hombre.

Cuando tú me diste el mundo para arreglar, yo intenté pero no lo conseguí. Fue entonces que me acordé del hombre, di la vuelta a los recortes y empecé a arreglar el hombre que yo sabía como era. Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta la hoja y encontré que había arreglado el mundo. Sólo arreglando el hombre, arreglamos el mundo.

"El mundo no tiene culpas... los responsables somos nosotros".

Si intentamos arreglar el mundo nunca lo lograremos, pero si empezamos por cambiarnos a nosotros mismos, entonces triunfaremos... volveré a ser un niño !!!

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