Botones obedientes

El ritmo lento de la cremallera,
caricias que no piden permiso,
la mente en blanco,
en rojo...

...puedo sentir cada centímetro de tu cuerpo,
un susurro,
un beso en el cuello,
mi piel se pone en guardia,
un dedo rebasa tus labios,
mi lengua investiga... los saborea,
zigzaguea húmeda hacia tus pezones,
los bordea,
los pellizco con suavidad.

Adivinas despacio mis labios
y me recreo en los tuyos,
posado dulcemente sobre tus braguitas.

Millones de partículas,
bullen intensamente.
Un suave roce avanza
por el interior de tus muslos,
complice de tus deseos
se cuela entre tus piernas.

Te acaricio, te hago estremecer...

...excitación...

...muerdes tu labio inferior,
aprietas tus nalgas,
suspiras entrecortadamente,
y te entregas a la más dulce de las agonías.

Sientes que vas a explotar...

TIC TAC TIC TAC TIC TAC TIC TAC TIC TAC TIC TAC...

¿CUANTO TIEMPO LLEVAMOS AQUÍ?
.
.
.
Veo una puerta,
y siento que algo me empuja,
voy hacia a ella.

Es latir de mi corazón.

Ven aquí,
abrázame.