Tal vez sean cosas mías, tal vez no. Sin embargo, os habíais dado cuenta que si acercais algo transparente a vuestro propio ojo, ¿no tenéis el reflejo de cerrarlo?
Coged una botella de agua transparente, acercadla a vuestro propio ojo, y veréis que llegais a aplastar las pestañas y el ojo no se cierra. Ni siquiera si seguís apretando (hasta tocar la retina brevemente). Cuidado no lleguéis a sustituir el ojo por la botella,eso sería una graciosa desgracia.
Sin embargo, coged cualquier otra cosa que no deje pasar la luz. Acercadla a vuestro ojo, y en cuanto vuestras pestañas empiecen a notar el contacto, tendréis el reflejo de cerrar el ojo. Un reflejo que, por otra parte es bastante fácil de contrarestar. ¿Pero esun reflejo fruto del miedo a la oscuridad?¿Miedo a ver más allá?
Supongo que tendrá que ver con la luz, si el ojo se da cuenta de que algo le tapa la luz, y se acerca peligrosamente, pues se cierra, en cambio, al acercarse algo transparente, la luz varía muy poco y no se cierra.
Esto me hizo pensar y compararlo con la vida en general. Tán sólo abrimos los ojos ante ciertas cosas o aspectos aparentemente transparentes, que dejan el paso de la luz, iluminándote.
Tu iluminaçao!
Pero es ante esas cosas opacas, cuando cerramos los ojos por miedo. Es un modo de proteger el ojo, por supuesto, pero debemos efrentarnos a esos miedos y mantener abiertos los ojos de forma constante. Es la mejor forma de entender la vida. Si los cierras te limitas.
¿Porque poner barreras entre tu y la luz?
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